Una vez que sus remos de "pasta de sal" están secos y han endurecido, se disponen a decorarlos.
Cada miembro de la compañía tendrá el suyo, personal, único e irrepetible (al igual que lo son ellos).
Cada remo será necesario para remar juntos y llegar juntos al final .
Lo que parecía una locura (40º de temperatura, un espacio limitado y 40 niñ@s con témperas y pinceles) supuso otro nuevo reto que han superado con creces.
¡ Estamos orgullosos de vosotros !
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